Manejo básico de caballos «rehusar»

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Alejandro Villegas

Los caballos rehusan (es decir, no quieren avanzar) por muchas y diversas razones. Habitualmente la causa reside en el miedo a algo desconocido o que ellos asocian con alguna mala experiencia previa.

En otros momentos simplemente se puede deber a que no quieren hacer lo que el jinete les pide, tal vez porque prefieran estar en el prado o en su cuadra. Antes de abordar un problema de esta naturaleza es necesario saber qué está pasando por la mente del caballo. Si tiene miedo, debemos ayudarle a superar el problema; si simplemente es perezoso, debemos decirle que siga adelante.

La mayor parte del tiempo los caballos se niegan a seguir avanzando porque tienen miedo, pero lamentablemente la mayoría de los jinetes suponen que son caprichosos o perezosos y se les trata con dureza. Si piensa en ello desde el punto de vista del caballo, esta actitud sólo empeorará las cosas. Lo que el caballo apreciará realmente es un poco de comprensión.

Si es capaz de compartir auténticamente los sentimientos de su caballo entonces congeniará con él. Actualmente, las personas raramente experimentan verdadero miedo y, por lo tanto, nos resulta difícil exactamente lo que siente un caballo cuando ve algo que quiere evitar a toda costa. Tomemos, por ejemplo, un contenedor de basura. Nosotros, como seres humanos, sabemos que estos objetos no suponen ningún peligro, pero desde el punto de vista del caballo es algo con lo que no está familiarizado y que podría amenazar su vida

Piense sólo en los hombres que tienen que conducir a los soldados a los numerosos conflictos que estallan en todo el mundo. En estas circunstancias todos sentirán miedo pero gritar, pelearse y lanzar amenazas no surtirá ningún efecto. Sólo consigue afectar negativamente a unos hombres que tienen que estar motivados para hacer su trabajo. Ellos necesitan confianza y apoyo. No se trata de que no deban hacer su trabajo –tienen que hacerlo- pero necesitan ayuda para hacerlo.

Hay situaciones en las que los caballos jóvenes también sienten ese temor y debemos mostrarnos comprensivos con esa situación. El instinto les dirá que no deben pasar junto a ese objeto extraño y, sin embargo, a menudo nos dicen que nos pongamos duros con ellos y los obliguemos a seguir adelante. Debemos comprender que esa falta de comprensión hará que el caballo se vuelva menos receptivo a nuestra conducción, mientras que un aumento de nuestro nivel de comprensión estimulará al caballo a hacer un mayor esfuerzo a pesar de sus temores.

Pero, ¿cómo puede ayudar entonces a su caballo? Lo primero que debe entender es que es mejor prevenir que curar. En una situación ideal usted quiere fortalecer la confianza de su caballo en unas pocas semanas de trabajo para que no sienta temor ante nada cuando salgamos a cabalgar por el campo. Fundamento básico de una confianza que usted debe haber desarrollado a través de cada etapa del proceso de preparación. Cada segundo que esté con él (incluso en la cuadra), el caballo debe saber que si no puede hacer frente a algo usted le ayudará. Esto es muy importante para él.

En segundo lugar, puede ayudarlo a que desarrolle su confianza y seguridad poniéndole pequeñas tareas en el ambiente controlado de su casa. Nuestro trabajo consiste en tratar de desarrollar la capacidad de un caballo para detenerse, pensar y buscar una solución, en lugar de salir disparado a toda velocidad. Un caballo se sentirá más fuerte después de haber hecho frente a situaciones de las que antes hubiese huido. Piense en la forma en que son entrenados los caballos de la policía.

El policía no espera que un joven caballo inexperto se encuentre en una situación de disturbios callejeros y pueda resolverla. Un oficial de la policía montada pretende que su caballo controle completamente sus temores en cualquier tipo de situación, de modo que los caballos reciben una excelente preparación en casa. Hacen frente a toda clase de tareas, cada una de ellas destinada a desarrollar la confianza del caballo. Los jinetes comunes deben aplicar la misma filosofía y los mismos procesos de preparación ya que ninguno de nosotros deseamos descubrir que nuestro caballo tiene miedo de las tapas metálicas de las cloacas cuando tenemos una fila de coches pasando junto a nosotros. En estas circunstancias no dispone del tiempo que necesita para ayudar a su caballo por que existe la presión añadida que representan los conductores. El jinete debe desmontar y conducir al caballo más allá de aquello que lo asusta.

Si usted sigue con el consejo tradicional que dice que debe mostrarse duro con su caballo en este tipo de situaciones, o si hace que lo monte un jinete más fuerte para que supere el obstáculo que le atemoriza, no hará más que agravar el problema. Como jinetes debemos tener cuidado en no ser muy duros con nuestro caballo, pero tampoco demasiado blandos. Es todo una cuestión de equilibrio.

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