Odontología equina

boca

MVZ Cert. Manuel E. Villanueva Salcedo

Miembro certificado por la Internacional Association of Equine Dentistry

Para la mayoría resulta extraño escuchar acerca de un dentista de caballos, sobre todo en países como el nuestro, donde aún la odontología equina no ha tomado la difusión y el respeto que como tal se merece. Muchos se han avanzado en otras especialidades dentro de la medicina equina, como ser, traumatología, neonatología, etc., pero a pesar de ello, muchas facultades de veterinarias del mundo carecen de enseñanza odontológica alguna.

La odontología no surge como una moda, por el contrario y muy alejado de eso, nace como una necesidad imperiosa para dar solución a diferentes problemas dentales que se originan con el surgimiento mismo de la especie. La atención dental en el equino se ha limitado durante años al uso casi exclusivo de un par de instrumentos: la lima de mango universal o similar y en contadas ocasiones de un primitivo abrebocas.

Desde inicios de la década de los noventas. EEUU dio origen al resurgimiento de la odontología equina como una especialidad dentro de la medicina equina. Los grandes avances no sólo referentes al conocimiento de aspectos tales como anatomía, fisiología, histología de los dientes, etc, sino también a los progresos obtenidos en el diseño y construcción de instrumental, han permitido que ésta rama creciera y cobrará la importancia que hoy tiene en aquel país.

Tanto se ha avanzado al respecto que en la Internacional Association of Equine Dentistry, con sede en la Florida, EEUU. Dicha institución tiene como objetivos esenciales:

  • La educación profesional de la odontología equina
  • La formación conceptual de la importancia de la odontología equina rn las personas relacionadas con el mundo del caballo
  • Avalar la calificación de los profesionales odontólogos

Debemos comprender que la formación teórica y práctica de un dentista, lo especializa para desempeñarse en este campo, siendo consciente y responsable de su trabajo. Hoy en día se encuentran en el mercado una gran variedad de instrumentos motorizados, los cuales, en manos de profesionales capacitados permiten realizar trabajos sorprendentes. Lamentablemente muchos colegas en todo el mundo ven a nuestra especialidad como una fuente más de ingreso de dinero, y sin capacitación alguna, adquieren instrumental y ofrecen sus servicios como dentistas. Su ignorancia en el campo de la odontología los lleva a ocasionar graves trastornos en la boca del caballo, generando esto una cascada de efectos negativos, no sólo en el animal sino en el ambiente hípico.

La domesticación y sus efectos

Hace ya miles de años que el caballo dejó de ser una bestia salvaje para iniciar una nueva etapa, la relación caballo-hombre. La domesticación ha llevado al caballo a situaciones absolutamente alejadas a su vida natural, al punto tal de confirnarlo en un pequeño ambiente de tan solo unos pocos metros cuadrados. La vida de un caballo deportivo, principal actividad a la que son destinados en la actualidad un gran porcentaje de la población equina mundial, se limita a pasar casi más del 90% del tiempo diario en un a caballeriza y solo menos del 10% realizando actividades físicas varias. No sólo debe adaptarse a ésta rutina de vida sino que además se le somete a circunstancias muy distantes de la vida natural. Podríamos pensar que muchas de las patologías dentales que en la actualidad se presentan son en cierta forma originadas por efecto de la misma domesticación.

En condiciones de manejo intensivo la alimentación consta básicamente de dos elementos: concentrados como granos balanceados y forrajes secos en forma de pacas. La ración de un caballo se divide en tres o cuatro comidas al día. Ninguno de los alimentos antes mencionados requieren de un esfuerzo masticatorio importante ya que el animal no necesita utilizar sus incisivos para cortar el pasto y al presentarse como material precortado no necesitan masticarlos muchos para producir el bolo alimenticio.

Por lo tanto el caballo emplea su aparato masticatorio unas cuatro o seis horas al día, lo que equivale a un 20-25% del día comparado con un 70% en aquellos caballos que se encuentran pastando a campo. Esta disminución en el uso de sus dientes lleva a reducir la tasa de desgaste anual y por ende a un desbalance entre el desgaste y la erupción.

Así mismo, la reducción en el uso de los incisivos como elemento de corte lleva a un crecimiento exagerado de los mismos, crecimiento que no sólo afecta a este grupo de dientes per se, sino que interfiere con el resto de los dientes premolares y molares. El resultado final es un bolo alimenticio de mala calidad, con partículas de alimento de un tamaño mayor a lo fisiológicamente aceptable. Estos problemas no pueden ser resueltos a nivel digestivo y por lo tanto pueden convertirse en fuente de diversos problemas: cólico por impactación, mala absorción de nutrientes, etc.

Problemas dentales: signos clínicos

  1. Pérdida de comida de la boca mientras come, dificultad con la masticación o excesiva salivación
  2. Pérdida de condición corporal
  3. Partículas de alimento de gran tamaño en la materia fecal
  4. Deformaciones en la región de la cabeza
  5. Mal olor proveniente de la boca o la nariz. Descarga de sangre por la boca
  6. Problemas respiratorios: hemorragia nasal, sinusitis, etc
  7. Movimientos de la cabeza cuando son montados
  8. Desplazamiento de la lengua hacia fuera de la boca o por sobre la embocadura
  9. Rechazo a maniobras de flexión y extensión del cuello
  10. Rechazo a maniobras de detención, retroceso, y giro hacia ambos lados
  11. Apertura constante de la boca cuando se le monta
  12. Claudicaciones del quinto pie

Estos son algunos de los signos clínicos que nos permitan sospechar de alguna patología dental.

Patologías dentales más comunes: 

  1. Odontofitos ubicados en la cara externa de los dientes superiores y en la interna de los dientes inferiores
  2. Dientes de leche retenidos
  3. Presencia de dientes de lodo
  4. Ganchos en los segundos premolares superiores
  5. Rampas en los segundos premolares inferiores
  6. Caninos o colmillos largos y con extremado filo
  7. Dientes ausentes o fracturados
  8. Dientes desgastados en exceso
  9. Dientes excesivamente largos
  10. Dientes cariados o infectados
  11. Dientes apiñados o fuera de la línea de oclusión
  12. Enfermedad periodontal
  13. Maloclusiones incisivas y premolarmolares

Por lo tanto expuesto, la atención dental se torna en una necesidad imperiosa para el caballo. Las rutinas dentales se deberán realizar cada seis meses, dependiendo esto del tipo y edad del animal y el deporte que realice. De esta forma se logra bienestar y garantizamos la salud dental del caballo.

La odontología es una especialidad dentro de la medicina equina que se encuentra en franco desarrollo. Su misión principal es otorgar al caballo bienestar y contribuir al mejoramiento de su rendimiento deportivo.

La IAED es la única asociación de un carácter internacional que nos avala y forma como dentistas de equinos. Es obligación de quienes nos encontramos en el ambiente hípico fomentar la salud de los caballos, desalentando las prácticas fraudulentas, y estimulando la constante capacitación de los profesionales del medio. 

Deja un comentario