Caballo de pura raza española

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Javier Villard

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El Caballo Español atraviesa por uno de los mejores momentos de su historia cuya trayectoria ascendente asegura de forma contundente el futuro de quien los cría o los monta y, todo ello, por muchos y variados motivos: es bello por naturaleza, noble, orgulloso, fácil en su manejo, inteligente, versátil y, ahora, funcional y cada vez más deportista. Habría que añadir, además, que su equilibrio natural, temperamento, disposición para el trabajo y fuerza son la clave para explicar que el Caballo de Pura Raza Española sea único en el mundo.

A diferencia con otras razas, los caballos españoles se seleccionan en función de tres cualidades fundamentales: Belleza, nobleza y movimientos. Un handicap para cualquier criador y nunca tarea fácil.

Belleza

El concepto de belleza es muy amplio, tanto como personas hay en el mundo y esta consideración dependerá de los ojos con que se mire. Con relación a un tema tan abstracto como este, he de señalar que algo resulta hermoso cuando nos produce una sensación agradable y placentera a la vista.

Este concepto no ha sido inmutable a lo largo de la historia y ha evolucionado a igual velocidad y ritmo que el propio hombre. Baste pensar que, en tiempos pasados, los caballos se utilizaban como fuerza de trabajo o para el transporte, mientras que ahora su uso es puramente deportivo o de ocio.

La belleza de un Caballo Español está, precisamente, en su conformación general pero también en su mirada, en su expresión, en el volumen de su crin y cola y, por qué no, también en el color de su capa.

Nobleza

Es indudable que el Caballo Español tiene sobradamente acreditados sus nobles orígenes. Por eso, sólo me voy a referir a la nobleza en lo que concierne al carácter o temperamento. De todos es sabido que la manifestación de esta cualidad la podemos encontrar, por ejemplo, en la facilidad de aprendizaje de las instrucciones recibidas por el jinete, sin discordia o resistencia, sin cobardía, sin genio, etc.; pero, lo único que voy a comentar al respecto, es que sólo los ganaderos de Español pueden presumir y enorgullecerse de criar una de las pocas razas del mundo que permite tener a sus machos enteros sin que esto suponga ninguna dificultad para quien los trata o los monta. En definitiva, podríamos hablar eternamente de la recta actitud de los Caballos Españoles, pero pienso que dicho esto, está dicho todo.

Movimientos

Son las extremidades posteriores las que impulsan el movimiento y donde se encuentra el “motor” del caballo y la cruz el punto que absorbe esa propulsión para mover las espaldas y activar ese flujo en las extremidades anteriores.

En los caballos españoles existen como cualidades únicas frente a otras razas el grado de elevación de sus miembros y el tiempo de suspensión en el trote utilizado para su desplazamiento.

Estas excelencias que poseen nuestros caballos son magníficas para la práctica de la Alta Escuela o Adiestramiento y se están seleccionando y criando ejemplares que mejoren la impulsión del cuarto trasero y amplíen los distintos aires para que pueda competir al más alto nivel con otras razas en concursos internacionales.

En la actualidad, ya podemos disfrutar de un Caballo Español funcional que está mostrando al mundo una inigualable aptitud para la reunión y para los aires elevados (pasage o piaffe) pero no podemos olvidarnos de que nuestros Pura Raza deben ser fieles, para beneficio de todos, a su prototipo racial y mantener las cualidades morfológicas y funcionales que han conseguido hoy en día merecer y destacar a nuestro caballo en todo el mundo.

Con estas reflexiones, dichas en voz alta, quisiera resaltar las tres cualidades fundamentales que desde tiempos pretéritos han tenido los Caballos de Pura Raza Española y que, en el futuro, deben ser los pilares a los que se sujete el patrón racial.

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