Erika Spezia, con las manos llenas de pintura y los ojos colmados de de la belleza del caballo

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Mi nombre es Erika Spezia soy pintora lírica. Mi gusto por el campo nace conmigo, ya que tengo la fortuna de haber pasado mis primeros años viviendo en el rancho propiedad de mis padres, que hasta la fecha conservan, el contacto directo con la naturaleza, los animales y esa libertad que se respira a cada aliento me han apoyado en la realización de mi arte.

Empecé a trabajar con óleo desde muy pequeña por influencia de mi mamá y la abuela Carito, pero en realidad comencé a pintar cuando el caballo se cruzó en mi camino. Los caballos han despertado en mi una fascinación única a partir de nuestro primer encuentro, desde el principio me impacto la cantidad de emociones, sentimientos, y poder que expresa la mirada de un caballo. En sus ojos se refleja toda la belleza del universo y yo no hago más que sugerir esa belleza a través de mis pinturas.

Para mi el pintar caballos es mostrar en forma abierta su color, sus hermosas formas, su fuerza y ternura, la ingravidez de sus movimientos, su fragilidad interior y la relación con nosotros…. “cada momento es un color….» y cada trazo desea expresar la elegancia, la plasticidad y la belleza del equino, porque no hay ningún animal tan bello como este. Estoy segura que el caballo es la belleza que Dios creó para asombrar al hombre.

Yo los admiro, los veo moverse y se me eriza la piel, siempre que tengo oportunidad convivo con ellos, es algo extraordinario, el tiempo se vuelve extrañamente perceptible y se condensa a nuestro rededor. Lo mismo sucede al estar frente al lienzo vacío. Siempre me recorre un escalofrío y por un momento el silencio total se apodera de mí, es como si pudiera ver en él, el resultado final. Y luego todo fluye, los trazos se van continuando y aparecen atrapados todos esos sentimientos de libertad y pasión, de nobleza y fidelidad, curiosidad e inteligencia, descubro a cada momento y valoro aún más el amor por estos increíbles animales, muchas veces me sorprendo con el resultado, es simplemente una seducción fascinante.

Una intimidad única surge entre el caballo que a cada trazo se descubre y mi ser, el alma se me llena de todos esos sentimientos que surgen con el contacto con estos grandes compañeros.

Trabajo en locaciones y también suplemento estas sesiones con fotografías de referencia, aunque en ocasiones únicamente es con la fotografía con la que trabajo, ya que por las distancias o el tiempo no es posible convivir con el animal. Este acercamiento me permite realizar pinturas que proyectan cada uno de los atributos del ejemplar. Me gusta estar en contacto con ellos para tomar su esencia y plasmarla en la tela.

Trabajo principalmente óleo sobre tela, pero en ocasiones me gusta experimentar con otro tipo de bases y medios y combinarlos, sin embargo los óleos siguen siendo el medio preferido, me gusta sentarme en mi estudio, reconocer los aromas del óleo que inundan la habitación, tomar mis pinceles y perderme horas enteras en ese mundo.

revista 037El tiempo que me toma una pintura es muy variable depende del tamaño y la dificultad, me gusta concentrarme en los detalles, entablando un diálogo con ese entorno y provocando alquimia pura.

La pintura que hago es de líneas bien estéticas. Algunas obras te las tienen que explicar, pero para mí la pintura entra por los ojos. Mi estilo es bien realista y se interpreta fácil. Hago cuadros que pasarán de generación en generación y eso me llena de orgullo. A la gente de a caballo le gustan mis obras porque reflejan toda esa magia que envuelve a estos animales. Siempre he dicho que así como el caballo da muchas satisfacciones al hombre, éste debe retribuirle con cuidados y amor.

En muchas casas el orgullo y amor por un ejemplar se cuelga en la pared principal, y ahí es donde mis obras entran a escena, he vendido cuadros a dueños de cuadras que me piden que les retrate al caballo de su predilección, la carrera parejera que recuerdan más, el mejor momento, etc.… otros simplemente me compran cuadros en los que se ve reflejada esa pasión por tan majestuoso animal.

El arte en México es poco valorado, las personas tienen gran cantidad de prioridades y por ello sitúan muchas otras cosas por encima del arte, equivocadamente le menosprecian, sin embargo creo que un artista siempre sabe como hacer surgir la conexión entre el cuadro con su dueño mucho antes de que estén uno frente al otro por primera vez, es decir a quien le gusta un cuadro en verdad, tarde o temprano estará colgando de su pared y ese habrá sido su dueño desde incluso antes de comenzar a pintarle.

Para una pintura acertada, especialmente cuando se utilizan las fotografías, es vital que el artista tenga una rica experiencia junto a estos hermosos. Tal modo me permite retratar la semejanza de forma más natural y aspecto más realista así inmortalizar al caballo. La obra se crea más allá de la apariencia fotográfica.

También es importante cuidar la composición y la pose tratando de sacar el interior o alma del modelo para no hacer una simple copia fotográfica sin sentimiento.

Puede explicarme su idea por teléfono o e-mail desde donde puede incluso enviar sus imágenes para yo posteriormente darle mi opinión sobre ellas. Una vez aprobada la fotografía y visualizada la idea por ambas partes podemos desarrollar el encargo.

El tiempo necesario para realizar un encargo es de varias semanas, también se puede concretar una fecha urgente si el caso lo requiere.

Los retratos se envían embalados en un giro contra reembolso, o a través de una compañía de envíos previa transferencia bancaria.

Decídase a encargar sus pinturas pues mi deseo es que usted quede satisfecho con mi trabajo y no le defraudaré. Si tiene alguna duda o pregunta permítame saber por favor en que forma puedo ayudarle.

Si le interesa conocer más sobre esta artista poblana, comprar alguna de sus obras, hacerle algún pedido o ponerse en contracto con ella comuníquese al 045-2221-651-699. O por vía e mail a: erikaspezia@gmail.com, o erikaspezia@hotmail.com 

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