El consumo del agua desde el punto de vista del caballo

Ing. Jorge Luis González Piñón

http://www.caballo.tv

Solamente entendiendo la naturaleza del caballo, sus necesidades y hábitos podremos actuar correctamente en un punto de vital importancia como es el consumo y las necesidades de agua.

Los caballos dedican una muy pequeña parte de su tiempo diario a beber en comparación con el tiempo dedicado a la alimentación, y esto se debe a su naturaleza de presa, ya que los depredadores en la vida salvaje esperan para atacarlos en los lugares para beber como aguajes, por lo que los caballos deben beber de prisa lo estrictamente necesario. Este comportamiento del caballo salvaje se traslada al caballo domesticado de hoy en caballeriza, donde el caballo bebe sólo unos minutos al día en varias ocasiones. El caballo bebe sólo cuando él quiere y es normalmente después de ingerir su forraje.

La literatura revisada menciona que el consumo diario de agua es de al menos cinco litros por cada 100 kg de peso del caballo, entonces con un caballo de 500 kg el consumo diario sería de al menos 25 litros, estando entre los 25 y los 60 litros diarios, dependiendo de cada animal y la etapa de vida (edad, peso, lactancia, genética, etcétera) y de factores externos como el clima (temperatura y humedad), actividad física (trabajo y ejercicio realizado), así como de la alimentación que recibe (porcentaje de humedad del forraje, grano y concentrado que recibe en su dieta). Una yegua en lactación requiere de 15 a 30 litros adicionales diariamente de agua. En climas y épocas de mucho frío, los caballos consumen menos agua, lo que puede influir en la cantidad de ingesta de alimentos, no sólo por la temperatura ambiente, sino también por la temperatura misma del agua, ya que si se le proporciona agua templada el consumo será mayor y podrá también normalizar su ingesta de alimentos.

Hay ocasiones en que después de realizar ejercicio extenuante el caballo quiere beber con desesperación y la cantidad de agua que toma puede llevarle a una perturbación que se llama intoxicación hídrica, por lo que debemos permitirle beber muy poco en lapsos separados y esperar al menos dos horas o que recupere su temperatura y respiración normal para permitirle tomar agua con normalidad.

Imagen: buscafondos.com

Imagen: buscafondos.com

Para que el caballo esté sano debe haber un equilibrio entre el agua que consume y la pérdida que sufre, la cual se produce normalmente a través de la respiración, de la evaporación en la piel, en la materia fecal y principalmente en la orina, las yeguas lactantes también pierden líquidos con la secreción de leche. Ante la falta de líquido actúan mecanismos fisiológicos de compensación como orinar menos, menos defecaciones y disminución de líquidos en los tejidos. Las consecuencias de éste desequilibrio son pérdida de apetito, pérdida de peso corporal, insuficiencia circulatoria, debilidad muscular así como disminución de la actividad física y de la capacidad para el trabajo.

En un escrito realizado por Coby Bolger del Centro de Nutrición Equina con información de estudios realizados en Kentucky Equine Research, se muestra que existe una correlación entre el consumo de agua y la temperatura, es decir, que a mayor temperatura, mayor será el consumo de agua y los caballos beberán con mayor frecuencia. Por ejemplo, con una temperatura entre 30º C y 35º C los caballos en trabajo incrementaron el consumo de agua en un 80 por ciento.

En otra investigación se estudió la preferencia de los caballos a la hora de beber por medio de un bebedor automático o de un cubo. Cuando se les dio a elegir, el 98 por ciento de los participantes equinos seleccionaron el cubo como medio para beber mientras que el otro 2 por ciento prefirió el bebedero automático. Esto es, que la manera en que recibe agua el caballo, ya sea por medio de un cubo o de bebedero automático, puede influir en el periodo que permanece bebiendo así como en la cantidad que consume. En el estudio realizado, los sistemas automáticos suministraban entre 2,5 y 5 centímetros cúbicos de agua, lo que incrementaba el tiempo que los caballos permanecían bebiendo. Es probable que el relativamente escaso nivel del agua les impida ingerirla con rapidez en ciertos momentos, cuando hace más calor o cuando están trabajando más, por lo que conviene proporcionar un sitio donde el caballo pueda beber como le pide la naturaleza, o sea, con un suministro mayor de agua.

Imagen: gonzalopolis.blogspot.com

Imagen: gonzalopolis.blogspot.com

Se debe mencionar que en los lugares donde se tiene bebederos con sistemas automáticos de llenado, seguramente por comodidad, no se puede determinar si el caballo está bebiendo ni la cantidad de agua ingerida, por lo que es importante observar frecuentemente si el caballo está bebiendo para evitar cólico. Razón por la cual es más recomendable tener un depósito, bote o cubo que se llene diariamente por un encargado, el que observa si el caballo está consumiendo líquido de manera normal.

Es importante tenerle agua a disposición todo el día en un recipiente limpio y en buen estado evitando que presente oxidación. Se debe informar a los encargados de dar de beber la importancia de su función para la salud del caballo, ya que en caso de faltar el agua, viene una deshidratación, causando cólico, principal causa de muerte en equinos. Además es necesario pedirles a los encargados que supervisen diariamente la cantidad de agua que el caballo tomó, ya que casos donde, a pesar de tener disponible el agua, el caballo no bebe son clara indicación de enfermedad y el caballo deberá ser atendido inmediatamente por el veterinario.

Por último, no hay forma de obligar a consumir agua a los caballos, ingieren la cantidad y en el momento que necesitan y nuestra función deberá ser tenerles disponible agua permanentemente en depósitos limpios y en buen estado, y sobre todo observar si están consumiendo y qué cantidad diariamente. Si notamos que no está bebiendo o que bebe una cantidad menor a lo normal, debemos hablar al veterinario para su revisión inmediata, ya que puede ser préambulo de cólico y cuestión de vida o muerte.

Deja un comentario